Este es un blog que creamos para narrar nuestra experiencia mundialera. Partimos de una certeza: el mundial como acontecimiento global secuestra nuestros estados de ánimo (altera nuestra rutina cotidiana rediseñando los flujos de tiempo que nos ordenan socialmente. Se vuelve prioridad. Todo lo demás queda minimizado; si no nos es posible huir fisicamente de la rutina laboral-social, lo hacemos de manera mental...). Pues bien, en este blog colgaremos los partes diarios de ese secuestro. De esa abducción futbolera. Serán como las cartas desde Honolulu. Comentarios caóticos, o mas reflexivos, nuestros o de los amigos, recortes de diarios o imagenes de publicidades, todo puede colarse. Todo lo que deje la resaca de estas huidas afectivas. Asi como el mundial será la televisión encendida de estos días (las vuvuzelas de los sudafricanos son el zumbido que auspicia de banda sonora)...Este blog auspiciará de libreta de notas futbolera. Estan todos invitados a participar de esta alucinación colectiva (que otra cosa es un mundial?).
Una aclaración: este blog está hecho por varios, siempre la firma es colectiva , pero las posturas probablemente difieran...
Una aclaración: este blog está hecho por varios, siempre la firma es colectiva , pero las posturas probablemente difieran...
martes, 15 de junio de 2010
Sobre la Jabulani...
¡Cuánto se esta hablando de la pelota! Que es liviana, vuela, serpentea en el aire y confunde a cualquier arquero. Julio Cesar –arquero de Brasil, de los mejores del mundo- dijo que parecía de esas pelotas compradas en un supermercado… La bocha sabemos que la confeccionó Adidas -casualmente, la misma con la que se juega en Argentina. Es una pelota livianita, que persigue confundir y complicar arqueros, para hacer mas entretenido el mundial, con más goles, a sabiendas de lo aburrido y poco goleador del último en Alemania. ¿Cómo se confeccionó dicho balón? Mediante técnicas de alta gama, y probada por máquinas robotizadas. Nada de aquella artesanidad de antaño, de pelotas cosidas, o probadas por jugadores de carne, sangre y hueso. Estos robots sirven para que un par de expertos (seguro que un par de pechos frío, que capaz ni les gusta el fútbol) comprueben mediante estadísticas y ensayos contables el derrotero de su fisonomía. Ahora bien, les pegunto: ¿Por qué se juega con esta pelota de laboratorio? Si la bocha es el cincel para que 22 artistas en una batalla se peleen por modelar la mejor figura, con diferentes formas, tácticas, gustos y estilos, ¿por qué tienen que estar disconformes y a disgusto? Voy a decir algo que ya sabemos, pero vale repetirlo: el mercado se infiltra en todos lados. Si, hasta en algo tan íntimo como la pelota con la que se juega. Y nadie puede decir nada; pregúntenle a Cacá, que Adidas (marca que lo viste) ya lo llamó para que baje los decibeles con las críticas… Es que no solo complica a los arqueros (el de Inglaterra, Argelia, y seguro va a ver más), si no también a todos los demás. Si los Kaka, Verón, Pirlo, Gerard, Messi, encargados de abrir los imposibles ante los posibles que impone un entramado defensivo contrario, se quejan, que queda para nuestro amado juego… No se buscan los goles por la calidad, prestigio y sapiencia deportiva, sino por fallas de los intérpretes. La pelota, como cosa fálica -aunque espectacularizada-, habrá que saberle agarrar la mano y curtirse. Como cuando íbamos a la escuela, y en los recreos lo único que queríamos era jugar al fútbol, y armábamos cualquier pelota con lo que teníamos a mano, como las cajas de cepita, papeles, piedras o cascotes, y nos hacían alcanzar el éxtasis fervoroso del gol.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario