Este es un blog que creamos para narrar nuestra experiencia mundialera. Partimos de una certeza: el mundial como acontecimiento global secuestra nuestros estados de ánimo (altera nuestra rutina cotidiana rediseñando los flujos de tiempo que nos ordenan socialmente. Se vuelve prioridad. Todo lo demás queda minimizado; si no nos es posible huir fisicamente de la rutina laboral-social, lo hacemos de manera mental...). Pues bien, en este blog colgaremos los partes diarios de ese secuestro. De esa abducción futbolera. Serán como las cartas desde Honolulu. Comentarios caóticos, o mas reflexivos, nuestros o de los amigos, recortes de diarios o imagenes de publicidades, todo puede colarse. Todo lo que deje la resaca de estas huidas afectivas. Asi como el mundial será la televisión encendida de estos días (las vuvuzelas de los sudafricanos son el zumbido que auspicia de banda sonora)...Este blog auspiciará de libreta de notas futbolera. Estan todos invitados a participar de esta alucinación colectiva (que otra cosa es un mundial?).

Una aclaración: este blog está hecho por varios, siempre la firma es colectiva , pero las posturas probablemente difieran...



miércoles, 30 de junio de 2010

De expertos, ignorantes y pragmáticos. Un dialogo entre diferentes filosofías futboleras. (Bielsa, Lippi, Dunga, Maradona).

(Aclaración: esta nota indaga sobre el estilo y la filosofía futbolera de diferentes DTs mundialeros. No niega la premisa contingente del juego amado: Se puede leer y leer un partido, pero si pateas al arco y la pelota pega en los dos palos y recorre la línea, anda a cantarle a Gardel…)


BIELSA, un paranoico hermoso (sobre el futbol-ansioso).Yo siempre les digo a los muchachos que el fútbol para nosotros es movimiento, desplazamiento. Que hay que estar siempre corriendo. A cualquier jugador, y en cualquier circunstancia, le encuentro un motivo para estar corriendo. En el fútbol no existe circunstancia alguna para que un jugador esté parado en la cancha.”. Aquí empieza uno de los axiomas básicos del pensamiento bielsista; el desplazamiento perpetuo de los jugadores en el terreno de juego. (Siempre corriendo). Pero no cualquier desplazamiento: un desplazamiento veloz. “Soy partidario de un fútbol más urgente y menos paciente. Porque soy ansioso”. Una movilización urgente, ansiosa y veloz. Esta es la primera clave física: la velocidad. El fundamento de los equipos de Bielsa no se encuentra en el miedo a perder. (Muy presente en esta copa del mundo. Sobre esto volveremos más adelante), sino en el miedo a aburrir. Miedo al tedio, miedo a la lentitud .Lo importante no es mantener el cero en el arco rival .Los equipos de Bielsa no se arman de atrás para adelante. El grado cero de su praxis futbolera es buscar el arco rival (una obsesión). "Apostar a un empate lo veo más complicado que intentar ganar. Para mi intentar ganar es más fácil que intentar un proyecto para no perder" (conferencia de prensa, previa al partido Chile-España). Tal cual lo expresa en su cuerpo histriónico y nervioso deambulando inercialmente en el banco de suplentes, su intención es imprimirle velocidad al juego (siempre mirando el arco rival), nunca ser estáticos, evitar (como una peste) el sopor del toqueteo intrascendente en mitad de cancha. El loco profesa un neoliberalismo futbolero. Elimina los obstáculos burocráticos (y los tiempos muertos) de la mitad de cancha. La tenencia de la pelota deja de ser lo central, impera la velocidad que se le imprime al juego de esa pelota (poca lateralización del balón, más verticalidad, apertura de la cancha, pase en profundidad, desborde por los costados). Por eso elimina la burocracia; los cuerpos deben moverse a la máxima velocidad que permita su potencia física (se necesita potenciar la velocidad de desplazamiento de los jugadores). Cuando sus equipos atacan, se despliega- desde adentro hacia afuera- la imagen de un ataque de bombarderos en la segunda guerra mundial (La intención ya dicha es llenar el área contraria de jugadores propios).

Repitamos lo dicho: la premisa de un equipo del loco es no aburrir, no ser lento. Es un futbol ansioso y urgente. ¿Y cuando se pierde la pelota? Lo dicho: nadie estático, hay que correr y marcar para recuperarla. (Pressing en el campo rival y recuperación de pelota. “La única manera que entiendo el fútbol es la de la presión constante, jugar en el campo rival y el dominio de la pelota."Ejemplos: Orteguita corriendo a Roberto Carlos en un Argentina-Brasil. Alexis Sánchez corriendo a Bastos en Chile-Brasil).
El pensamiento Bielsista se desplaza del concepto futbolero de que corren los que no tienen la pelota (para mostrarse como opción de pase, para rotar y armar un abanico de posibles descargas), no los que la llevan. Con Bielsa corren los que no poseen el balón y también los que lo llevan en sus pies. Esta es una de las explicaciones probables de la cantidad de mano-a-mano que pifiaron los jugadores de Chile en este mundial. No pueden frenar y cambiar de ritmo. (Un cambio de ritmo necesario para definir. La cabeza fría y los ojos levantados, pibe. Acota el maestro de la escuelita de futbol. Ejemplo: la definición de Higuain frente a México, pisando la pelota frente al arquero y quedando de cara al arco vacío.).
Seguramente que impera la calidad individual de los delanteros, pero esta falta de freno en las situaciones de gol fue un síntoma del Chile de Bielsa. (Muchos delanteros llegaban cansados, pateaban como venían). A diferencia de otras “escuelas”, los equipos de Bielsa crean las condiciones de posibilidad para que acontezcan situaciones de gol, muchas veces estas situaciones no se efectivizan. (Esto le preocupa: la falta de eficacia es propia de las estructuras burocráticas).

Los equipos de Bielsa intentan reproducir una velocidad continua en el campo de juego, sus equipos no recurren a –la necesaria- pausa, a los silencios, a los espacios en blanco, a la suspensión de un ritmo veloz. Un cambio de movimiento que puede abrir nuevas posibilidades ofensivas. A veces, parar la pelota debajo de la suela desplaza placas de césped (con jugadores incluidos, un verdadero sismo). Esta postura explica la histórica ausencia de Riquelme en la Argentina de Bielsa. Riquelme me para el equipo.
Otra diferencia radica en la defensa, si tomamos como parámetro el futbol total (Expresado en la Holanda del 74, la naranja mecánica) aquí también todos atacan y todos defienden, pero como en un ballet (se mueven al compas de la música, de la sinfonía colectiva que crea el ritmo de juego). En esta corriente futbolera (que actualiza en algunas cuestiones el Barca de Guardiola) se achica espacios, cada uno intenta recuperar la pelota reduciendo opciones de pase para su rival. En contraste, el pressing a la Europea presiona sobre el jugador que lleva la pelota, lo persigue, lo atosiga, lo ahoga, se le adosa al cuerpo. Esta postura requiere como condición sine qua non el plus de sacrificio del jugador. Además de un estado físico excelente y de un juego en los bordes de la legalidad . Bielsa siempre hizo hincapié en la condición física 1. “Tras jugar cuatro o cinco partidos en la primera de Newell's me di cuenta de que no podía ser futbolista de nivel. Me propuse entonces ser un entrenador de nivel. Y para lograrlo comprendí que el primer paso era convertirme en un especialista de la educación física, porque esa es la especialidad que se ocupa del movimiento del cuerpo humano. Sabía que en ese aspecto radicaba todo el secreto del fútbol.”
El preparador físico (Paco Seirulo) del Barca en una charla con Angel Cappa dice (con respecto a la preparación física) “Porque el balón añade el elemento coordinativo que luego utilizas en el campo. Si tú haces tres saltos de piernas, como ejercicio, pero sin balón, no tiene sentido. Dónde saltas, cómo apoyas... todo es diferente si metes un balón por medio. Por eso hay que hacerlo con balón. No es lo mismo saltar que saltar para tener que dirigir un pase. Por eso, la preparación física del fútbol hay que hacerla con balón siempre. El concepto está equivocado. La cuestión no es coger fuerza en las piernas, sino adaptar la musculación a lo que luego vas a hacer en el campo. …”. En síntesis: No hay entrenamiento físico sin pelota, y a su vez corre la pelota, no el jugador. (Ejemplo: El Barca o la España actual)

Pero Bielsa es voluntarista. Cree (y sabemos lo importante que es el plano de la creencia en el fútbol) en la optimización de la condición física de los players. Podemos decir (obviando lo esloganeada que esta la frase) que para el loco imposible is nothing. “Un buen entrenador debe acercar a sus jugadores a su máximo potencial, o descubrirlo. Esa es su principal función (…) Nadie estimula condiciones que no existen y nadie activa potenciales afectivos que el ser humano no tiene."
Bielsa corre la flechita del no puedo. Pero para que esto se lleve a la práctica necesita del otro polo de creencia; el de los jugadores. Los equipos del loco (si, ya se, muchos equipos pero aquí mas…) descansan en la fe en el líder. Los jugadores le creen al entrenador, se embriagan con sus ideales., respiran el mismo aire. Esta es una operación típica en sus equipos: el jugador termina interiorizando la representación de si-mismo que le produce el entrenador. (Bielsa, funciona también como un shaman. Es un fetiche para sus dirigidos. Recordemos las palabras de Verón en la previa al mundial del 2002 ¿Cuál es la clave de esta selección?, le preguntan a la bruja, “La clave es Marcelo Bielsa". Esto mismo se repitió en la selección de Chile, una creencia total en su predica…).
¿Por qué digo que estos esquemas dependen mucho de la fe en el líder? Porque son esquemas de juego que apelan a ese dar más del jugador, al plus, al sacrificio, al exceso. (La prueba es el convencimiento de muchos delanteros estrellas de que deben correr a sus marcadores cuando no tienen la pelota). Creo en la representación que de mi me crea el entrenador, por ende, me sacrico al mango para estar a la altura de esa imagen de potencia. Bielsa trabaja en la ampliación del campo de posibilidades y también en el orden simbólico. (Esos que están en frente son un equipo más…vamos a atacar a España y a Brasil…). Los equipos de Bielsa te tutean, te faltan el respeto. Trabaja sobre la creación de una mirada daltónica en sus jugadores (no hay que tener miedo escénico frente al color de la camiseta rival…)

Digamos dos cuestiones más sobre el pensamiento del Loco: Nombramos anteriormente en varias oportunidades a la palabra Trabajo. Esto es central. Bielsa es un líder disciplinario 2. Cree en el orden, en el trabajo y en el sacrificio. En la concentración del plantel chileno en Sudáfrica no estaba permitida la PlayStation, el uso indiscriminado de internet, el sexo o el contacto indiscriminado de los futbolistas o el cuerpo técnico con los periodistas o con gente “externa al plantel”. (Mas adelante veremos la diferencia con Maradona DT).
Bielsa desde el banco grita –y muchas veces putea- a sus jugadores. Les indica cada pase, los ordena en cada situación de juego. Esto crea una dependencia de los jugadores hacia el DT, un ojo panóptico encerrado en el corralito. Muchos jugadores relatan lo difícil de jugar con la presión de la voz constante del entrenador. Esto se vio también en los partidos de Chile en este mundial, muchos jugadores miraban con miedo al banco de suplentes (el ejemplo es Vidal), otros con cansancio o indiferencia.
Esto también sucede porque El loco hace prevalecer su idea de juego por sobre los cuerpos que la intentan encarnar en el verde césped. Ese es un defecto central: confía demasiado en la representación que se hace de sus jugadores (no quiero decir que estas representaciones no tomen nada de lo real, pero indudablemente están inflamadas por su imaginación obsesiva. Más adelante haremos una comparación con el Maradona DT. El Diego –si, en este mundial lo estoy tuteando por primera vez en mi vida- ve a un jugador más real…, parece acercarse a una constitución menos abstracta del jugador. Es una cuestión de mirada; el ve a otra cosa en el jugador, les hace una radiografía, conoce su interioridad…).

A veces en estos esquemas se desterritorializa sin prudencia a los cuerpos de los jugadores. (Hay una creencia –en grado extremo- en la maleabilidad de estos cuerpos. Pero hay una verdad: no todos pueden jugar en todos lados, no todos pueden jugar bien. Recordemos la metáfora menottista del inodoro en el baño y no en la cocina…). Queda pendiente la pregunta por el estatuto del genio futbolero. El genio, el distinto, el número diez. ¿Qué rol ocupa el creador increado en su cabeza? Quizás entre tanta estandarización y homogeneización de cuerpos, el genio no tenga tanto espacio...
Una última cuestión: mas allá de las críticas al loco, banco a full un axioma del fútbol ofensivo que Bielsa respeta a rajatabla: Para atacar hay que desordenarse. Esto hace que también los equipos de Bielsa puedan tener momentos de bella poesía colectiva.

Marcelo Lippi, de la saga de los anti-fútbol. ¿Qué decir de un despreciador de la pelota?
El entrenador italiano de la azurra que quedo eliminada en la primera ronda del mundial, es uno de los continuadores del clásico catenaccio italiano.
Si, el cerrojo, esa táctica hiper-defensiva que irrumpió en el momento histórico en que hegemonizaba la escena el fútbol dionisiaco (¡los equipos formaban con cinco delanteros y dos defensores!). Irrumpieron –estos hombres teóricos del fútbol- dieron vuelta los planteos; ¿qué tal si ponemos más gente atrás y cuidamos el arco propio…? (Desde aquí hasta el Inter de Mourinho frente al Barca es la historia de un error).

Marcelo Lippi (en la conferencia de prensa pos-eliminación de Italia) dijo que el asumía toda la responsabilidad de lo que paso. Esto es obvio, cree que desde su mesa de control (o en su banco de suplentes) puede digitar todas las variables del juego. Y esta es una de las premisas de este modelo hiper-tacticista; reducir al mínimo los riesgos. (Obviamente a veces fallan; en lo que parece un colmo, perdió contra Eslovaquia con dos errores defensivos.). En esta postura sobran palabras como concentración, disciplina táctica, orden, solidez…nunca alegría o belleza.
Se trata entonces de armar el equipo de atrás hacia adelante. Lo principal es mantener el cero en el arco propio; tener un equipo sólido y aprovechar las oportunidades que se presenten en la ofensiva para marcar (mucho juego aéreo, mucha potencia física, muchos cero a cero y definiciones por penales).
“Somos campeones del mundo, no nos interesa el fútbol de toque.”, declaraba Lippi en la previa al mundial. Un canuto, nunca el don de la belleza. De entregar algo de alegría al pobre espectador. “Italia puede no tener los jugadores más lujosos, pero sí a los mejores tácticamente.”, si nos quedo claro; ni pensar en lujo o derroche. (Este es el poco opuesto del planteo Bielsista de “buscar el arco rival como premisa”, aunque si se mira bien, comparten el plano de enunciación, se rescata la aptitud física, la velocidad, el pressing. Eso si, cada uno mirando un arco distinto. ).

En una entrevista tras un amistoso pre-mundial declaro: “Hemos estado en las montañas entrenando por 10 días y regresamos a jugar contra un equipo en mucho mejor condición que nosotros y que ha jugado siete veces ya, y tienes que tomar eso en cuenta." (Luego de la derrota contra México)”.
Aquí nuevamente aparece la matriz del miedo. (Como ya dijimos, una pasión muy presente en el fútbol). Pero corrida de arco. El miedo a perder, miedo a que me conviertan goles. Prima la defensa del cero en el arco propio (una pureza de la cual se goza casi con la misma intensidad extática que con el orgásmico gol).
En las antípodas de un futbol jovial, alegre, creativo y espontaneo, aquí vemos un futbol serio, dramático y de dientes apretados. En muchas de estas posturas se privilegia como un valor máximo, lo que tendría que ser la condición mínima de cualquier jugador que entre a una cancha de futbol: las garras, la voluntad…el poner huevos 3. Es interesante la explicación que da Lippi sobre las causas de la eliminación de Italia del mundial: “Es culpa mía, estaban aterrorizados… es evidente que no preparé bien la escuadra en el plano psicológico y táctico…”. Nada distinto a la preparación de un ejército ante la inminencia de una batalla bélica… el futbol como la guerra por otros medios. La solución hubiera pasado por la fortaleza psicológica y la disciplina táctica. La táctica por sobre los jugadores. Estos DTs (abundan en la copa del mundo y en el futbol actual) son sistémicos. Es el futbol parsoniano; el sistema precede y excede a las acciones individuales de los jugadores (los reproductores del sistema de juego).

También se respira en esta postura ese realismo crudo de los ganadores. Se gana y punto. Si gane es porque soy fuerte psíquicamente y ordenado tácticamente, si perdí lo tengo merecido por ser débil mentalmente y desordenado. Es casi un leit motiv fascista; un darwinismo futbolero. Además, en ese ganar y punto, anida una desacralización del juego en su dimensión cualitativa. El fútbol queda desvinculado de compromisos más elevados que el mero dato frio y desnudo del score. (Valores como lo bello y lo alegre, sin detenernos mucho en las diferentes interpretaciones de estos valores).

¿Uno para qué come? Para seguir viviendo, da lo mismo el mantel, plato, la mesa, las flores, da lo mismo, pero en la medida que vos te respetas como ser humano también podés comer sentado en el cordón de la vereda con la mano y chau, si total vas a seguir viviendo y vas a estar alimentado. (Frase de Cappa).

Dunga, el pragmatismo Verde amarelo: Así como dijimos que Bielsa puede tener una visión neoliberal de la dinámica de juego, en el sentido de que pretende barrer – mediante la velocidad- con los obstáculos “burocráticos” del trámite del balón. (Quizás más correcto sería hablar de una visión posmoderna del futbol. En otro momento profundizaremos esta cuestión.) , pero que no obstante, su cosmovisión del fútbol también se componía de axiomas “clásicos” (el líder disciplinario, la ideología ofensiva). Dunga encarna el pragmatismo neoliberal.

Encarna la pos ideología en el mundo futbolero. Aquí también importa ganar (el éxito), pero a ese resultado (el objetivo) no se llega mediante ideologías tacticistas preexistentes (ni catenaccios, ni estilos ofensivos), sino mediante una simple y correcta evaluación de los recursos existentes. Nada de complejidades: simpleza y efectividad. Esquemas de juegos clásicos, un planteo solido en la defensa y en el medio campo y una delantera eficaz. Es el terreno de la gestión. Aquí también los resultados imperan (triunfar es ser exitoso), pero la manera de alcanzarlos no es atándose a tacticismos abstractos o a obsesiones “teóricas”. Una palabra que define a este estilo es el de contundencia. (“Fuimos contundentes”, “Fuimos sólidos atrás, y golpeamos en los momentos justos”). Otra característica es que –obviamente- en esta racionalidad instrumental no se busca (con una intención previa) el derroche que puede otorgar una goleada o un partido estéticamente bello (Ganar, Golear y Gustar). No se tira carne de más a la parrilla. Lo importante es ser eficientes (puede advenir una goleada o un muy buen juego, pero como accidente, no es lo buscado).

Es decir, el pragmático no busca un sentido externo al de la pura gestión eficaz de los jugadores y los espacios del campo de juego. Jugamos bien es sinónimo de fuimos sólidos, contundentes, funcionamos como una maquinita. Nuestro ejemplo vernáculo es Bianchi 4. Quien tiene el signo de técnico triunfador. (Tanto el Vélez, como el Boca campeón de todo no pasaran a la historia por ser equipos que generen atracción visual. Si se recordaran como equipos ganadores. Primero fue Vélez, la pyme que Bianchi llevo a la gloria y luego La empresa Boca). No es casual que Bianchi sea el rostro de publicidades de bancos. Es la imagen de un gerente exitoso. (No por casualidad en su último paso por Boca fue manager).

Otro componente fundamental de esta filosofía pragmática es la idea de equipo que profesa. El equipo se equipara a la noción de grupo de trabajo (si si, todo el lenguaje empresarial), entonces se comienza a hablar de “buen manejo de grupo” (gestionando las diferencias de carácter y de personalidad entre los jugadores de un plantel), motivación (El plantel motivado) y de “tirar todos para el mismo lado”. Después de alcanzar la gloria se habla de “las claves del éxito”. En el caso de Bianchi, es un empresario del fútbol (ejem, también es un empresario en su vida extra-futbolística. Presta también su imagen a bancos y empresas…El tinelli del futbol) Siempre que se intenta discutir sus planteos o el juego de sus equipos (la gran mayoría de sus equipos jugaron horribles…son de esos equipos que si salen campeones uno compra el video con todos los goles de la temporada, pero que ni en pedo se pondría a volver a ver el partido entero) alguien salta con un “gano todo”, “tiene el teléfono de Dios”, etc. Bianchi –como Dunga- es gestión. Encarna al fútbol managment (gestiona dinero, jugadores, vestuarios, grupos). Técnicos mezquinos que nunca dejaron un vuelto para el espectador futbolero.

El actual Brasil de Dunga ha mostrado solidez y contundencia (obviamente en equipos como Brasil siempre será central la riqueza individual. Actuaciones como la de Maicom, Dani Alvez o Kaká) y un buen funcionamiento. Pese a este despligue (que en mundiales mediocres como el de Sudáfrica, alcanzan para dar la vuelta) la prensa y los hinchas brasileros le critican la falta de juego ofensivo, la falta de lucidez, de belleza en la elaboración de jugadas. En fin, le reclaman a Dunga ciertos olvidos momentáneos de la identidad histórica del fútbol brasilero.

Maradona. Work in progress. ¿Qué decir del Diego?. En las semanas previas al mundial, se lo critico mucho por su falta de experiencia como DT, “no sabe nada”. Después de los primeros partidos de la selección, se fue revirtiendo su imagen. (Véase en este blog El diego: la lección del ignorante).
Maradona DT es difícil de encorsetar en un estilo definido. “Prefiere la sobremesa al pizarrón” (define rápido y figurativo un periodista deportivo). La imagen es muy buena: ante el pizarrón símbolo de lo táctico y lugar en donde se plasman los diferentes sistemas de juego (los números telefónicos), el diego se inclina por la sobremesa. El lugar de la confraternidad, de la unidad del grupo. Repite hasta el cansancio “para tener un buen equipo, antes hay que tener un buen grupo”,“Si quieren podemos laburar mañana, tarde y noche, pero si no hay feeling con los muchachos, no existe la historia. Y esta historia se escribe a través de los jugadores.”

Entonces labura en lo emocional y en lo afectivo (Si, en la concentración tiene que reinar “la buena onda”. Nada de disciplina a lo Bielsa, ni de imponer distancia por su rol de Dt, “el diego es un jugador mas", declaran los jugadores). Seguramente esta “pura emocionalidad” sino encuentra soporte en un funcionamiento colectivo, puede ser frágil y volátil.

Además, prevale el jugador sobre la táctica. “Los partidos los ganan y los definen los jugadores, no los técnicos , no hay entrenadores estrellas, nosotros somos guías…”. Muy bueno, se corre del lugar del técnico de poder absoluto (ese que cree que los partidos se ganan “antes” en la libreta de apuntes). El técnico es un guía. Una primera autodefinición de su rol.

Sin embargo, Diego se está curtiendo como DT en el mundial. Cuando debuto con la selección planteaba un esquema muy ofensivo, luego (al calor del peligro que significaba la eliminación del mundial, y de cierta influencia del Rasputín narigón,) se planto con esquemas más conservadores (recordemos los partidos contra Uruguay y contra Alemania), y para sorpresa de todos, encaro el mundial con tres delanteros y con una clara actitud de buscar el arco rival. Esto es muy bancable, en un mundial en donde impera la mediocridad y la moderación, Argentina salió a buscar los partidos. Como dicen, este equipo “se arma de adelante para atrás”. (Dejemos a un lado las críticas que podemos realizarle al funcionamiento del equipo. Precisamente que se percibe poco de equipo –juego colectivo- y más de arrebatos individuales de carácter implacables…).

Pero otras cuestiones son también reivindicables: pareciera apelar a testers para leer los deseos sociales del público futbolero. Es decir, no es el clásico DT caprichoso de la selección nacional (Bielsa y su no a Riquelme, Pasarella y su no a Crespo-Batistuta, etc.). Maradona abre el banco de suplentes a los hinchas. ¿Cómo es esto? Si, realiza una apertura a las diferentes intensidades sociales que circulan por y atraves del futbol. Obviamente también existen los riesgos de esta postura; caer en una especie de demagogia de conductor televisivo o en un reality show (onda Gran Hermano) en donde a través de mensajes de textos a diferentes números que aparecen en la pantalla, se puede votar por el jugador que tiene que quedar desafectado de la selección o el que tiene que jugar de titular el próximo partido.

Maradona –y ahí va otra virtud- no se encandila con el jugador marca (o más bien con la marca del jugador). Hay una potencia de la mirada Maradoniana que ve algo más (o algo diferente) en el jugador. En los entrenamientos, “en la intimidad del plantel”, percibe una interioridad invisible a los ojos comunes. Su mirada escanea al jugador más allá de la marca publicitaria o la figurita difícil.
Otra cuestión vinculada con esta mirada Maradoniana, es la recuperación de una cierta trascendencia ausente en los últimos seleccionados nacionales. Un sentido muy nítido de lo que debe ser la selección, “estamos para llevarle alegría a la gente”. Digo, mas allá de este deber ser un poco esloganeado, se nota algo de esta trascendencia en su relación con los jugadores o en sus conferencias de prensa. Los días previos al partido contra México, le preguntaron por la no inclusión de Samuel y Verón entre los titulares y dijo “Siempre voy a poner al mejor equipo que haya para respetar la camiseta, los argentinos se merecen un equipo de gala”. Así es, se pueden cambiar jugadores y nombres, primero está el equipo de gala. Estos aires “barbaros” barren con esos códigos reactivos de “hay titulares que no se tocan”. Esto realmente motiva al plantel entero (siempre declara “tengo 23 titulares”), empuja al jugador a un entrenamiento permanente, sabiendo que está dentro del campo de posibilidades del DT para jugar de titular.

Pero ojo, si existe una escencia; la del genio. Messi es inamovible. Maradona es holístico, pero reconoce y admira al genio, al diferente. El que cambia de ritmo, el que desmarcándose crea espacios, el que mediante el dribbling y una pared abre un partido cerrado. Son todos iguales, pero Messi es distinto. El momento del acontecimiento es la gambeta, o la pared. El acontecimiento que cambia el escenario de posibles de un partido, "yo le fui a contar a Messi que a mí nadie me dijo dónde tenía que jugar. Entonces, yo no le tenía que decir a Messi dónde él tenía que jugar". Claro, los genios necesitan la condición de la libertad para crear, necesitan de la indeterminación y la imprevisibilidad. Messi es el fundamento, los demás se pueden mover o sacar.
Maradona, lo djimos, no es un líder autoritario o disciplinario. Es un hibrido jugador-DT. Encarna una nueva manera de “conducir un grupo”. Podemos decir que es un líder situacionista. No le interesa la pedagogía futbolera (transmisión de conceptos y contenidos hasta el hartazgo).

En este mundial, vimos equipos que se prepararon con entrenamiento militar (Portugal), equipos que concentraron varios meses (México), equipos que pusieron todas sus fichas en el trabajo físico. Esto fue lo hegemónico, un mundial bastante mal jugado. En este contexto, que Argentina mantenga la premisa de “ir al frente” es valorable. Aceptémoslo: este equipo se está haciendo en el mundial, otro tipo de funcionamiento requiere meses de laburo. Quedan dos semanas para finalizar la cuestión, esperemos que se mantenga esta búsqueda del arco contrario. Sabemos que hay muchas fallas que no se van a solucionar en los horas que faltan, pero banquemos esta apuesta. El futbol lleva implícito, replegado en su ser, la promesa de alegría. Si, esa alegría que sentimos cuando toquetean la pelota Messi, Higuain y Tevés, quizás en un mundial tan gris, sea suficiente para levantar la copa.

Conclusión, el carozo del asunto es tu temor. Por último, únicamente decir que el recorrido - bastante lúdico- por estas diferentes visiones del fútbol expresadas en Sudáfrica, tuvo como objetivo enunciar dos cuestiones axiomáticas del futbol actual : el miedo a perder y el sufrimiento ante esta situación. Es decir, ver como emergen estas matrices y a su vez, que se hace con ellas, ¿Cómo se las procesa?, ¿Cómo se las asimila?, etc. Obviamente nos fuimos por las ramas y esto no quedo tan marcado. Vayan unas líneas finales sobre el asunto.

En el fútbol actual (y esto se expreso en el mundial) vemos que en la gran mayoría de los equipos hay un tremendo temor a perder. El miedo a perder el cero en el arco rival (no hay signo más claro del nihilismo en el futbol que festejar el cero-a –cero, no?). Se trata entonces de desfondar esta matriz, de desarmarla, de dejarla en evidencia. Es decir, el miedo es una pasión axiomática del ser humano, la idea no es erradicar esta dimensión (que al igual que cualquier otra pasión se agiganta en un despliegue colectivo), la apuesta es por ver que se hace con ese miedo y con ese sufrimiento, ver que posibilidades de acción se abren. Obviamente no es fácil, el miedo precisamente anida en el cuerpo que debe moverse, desplegarse, que tiene que tocar, pararla de pecho y salir jugando (o cerrar los ojos y reventarla…)…queda planteada la discusión…

"Yo por supuesto tengo miedo, pero también tengo ilusión, también tengo esperanza, alegría y respeto por esto. Pero hay gente que tiene miedo solamente, pero si tenés miedo, poné muchos tipos que corran. Pero como acabás de decir es precaución equivocada. Nadie te garantiza que el otro equipo no te pueda ganar en un córner 1 a 0 y vos pusiste diez tipos para correr (…) El futbol dejo de ser una alegría y paso a ser un sufrimiento constante…” (Angel Cappa).


1. Una publicidad actual de botines dice “Existe el jugador que más goles hizo en una cancha, ahora va existir el que más kilómetros corrió…”

2. ¿ Sera por esta condición que Bielsa cayo tan bien en la sociedad chilena?.

3.En nuestras canchas se puede ver el pasaje histórico expresado en los cantos de la hinchadas; del clásico Este equipo tiene toque, este equipo tiene gol…, al unánime (no distingue cuadro) pongan huevo. De nuevo; lo que tendría que ser una condición a priori de la subjetividad del jugador deviene en el valor máximo. Es decir, no hay que ser ilusos, el pedido de huevos implica la demanda afectiva de ese plus necesario, una disposición anímica de entrega a los colores. Queda la pregunta planteada: ¿el pedido primordial de huevo- y no de buen juego- se debe a la penetración voraz del discurso exitista y resultadista del ganar como sea (cueste lo que cueste) o a la constatación de que el mercado futbolístico actual produce jugadores-empresas, indiferentes o apáticos (sin compromiso , sin mística, sin amor por la camiseta. Dice la canción “yo vengo por la camiseta”, en desmedro de los dirigentes “que solo quieren robar” y los jugadores “que solo les importa la plata”. “Olvídate de la plata y empezá a transpirar la camiseta que tenemos que ganar”)?. Probablemente la respuesta no sea excluyente.

4. Ver comparacion Dunga/Bianchi en el blog La maquiladora

Para leer las frases citadas: la-pelota-no-dobla.blogspot.com

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