Este es un blog que creamos para narrar nuestra experiencia mundialera. Partimos de una certeza: el mundial como acontecimiento global secuestra nuestros estados de ánimo (altera nuestra rutina cotidiana rediseñando los flujos de tiempo que nos ordenan socialmente. Se vuelve prioridad. Todo lo demás queda minimizado; si no nos es posible huir fisicamente de la rutina laboral-social, lo hacemos de manera mental...). Pues bien, en este blog colgaremos los partes diarios de ese secuestro. De esa abducción futbolera. Serán como las cartas desde Honolulu. Comentarios caóticos, o mas reflexivos, nuestros o de los amigos, recortes de diarios o imagenes de publicidades, todo puede colarse. Todo lo que deje la resaca de estas huidas afectivas. Asi como el mundial será la televisión encendida de estos días (las vuvuzelas de los sudafricanos son el zumbido que auspicia de banda sonora)...Este blog auspiciará de libreta de notas futbolera. Estan todos invitados a participar de esta alucinación colectiva (que otra cosa es un mundial?).

Una aclaración: este blog está hecho por varios, siempre la firma es colectiva , pero las posturas probablemente difieran...



martes, 15 de junio de 2010

Postales mundialeras...



*Para Guy Debord la dimensión de lo común en la sociedad del espectáculo está dada por lo que todos miramos a la vez. El acontecimiento global del mundial de fútbol se inserta en este axioma. Pero también lo desborda; lo común emerge no solo por lo que miramos (esos fascinantes rectángulos verdes que capturan nuestro campo de visibilidad) sino también por una sensibilidad compartida. Eso es lo que añoramos en el tiempo de no-mundial. Una capa sensible que cae como un rocío sobre nuestras pieles. Esa incomodidad de las tareas individuales, la intuición de que algo nos desborda. (Algo que no puede atrapar nuestra piel).


Dialogo que ejemplifica la alucinación:
-Hace frio, ¿no?, y encima la altura…
-¿qué altura?
-En pretoria, hace frio y están a casi 1800 metros de altura…


*Creo que el mundial de fútbol hace que se desencadene un estado de locura transitorio. Estamos alucinando. Una dulce alucinación colectiva. Como si toda una población bebiera agua empastillada…
Además, el mundial despliega –momentáneamente- otro plano de realidad. Una nueva geografía. Cambia el mapamundi. Por estas semanas se altera la distribución de los países dominantes y dominados en el planisferio.

* Llevo encima tres fixtures (uno en cada bolsillo trasero del pantalón y –por si las moscas- uno en la billetera). Este minúsculo y colorido pedazo de papel de textura cerosa se transformó en el cronograma organizador de mi tiempo social. Sufro en el trabajo (por los partidos que me pierdo) pero ante preguntas como ¿Te podés quedar hoy? o-la más imperativa- hoy te tenés que quedar…hago un rápido escaneo mental del fixture (que ya conozco de memoria) y contesto: No, hoy se me hace imposible… (Tendría que decir, “estos treinta días se me hace imposible”).

*Alemania –hasta el momento- es el mejor equipo del mundial (es veloz, contundente y ofensiva, ataca en bloque, es solida, tiene un estilo mas sudaka). Muchos comentaristas hablaban en las trasmisiones de una selección multicultural (Cacau (brasileño), Marin (bosnio), Khedira (de padre tunecino) y los polacos Klose y Podolski). Más bien, parece un revival de la Alemania del mundial Italia 34 (la del Mussolini de Ganar o Morir), la Alemania del reich (que se componía con jugadores de distintos puntos del imperio). Vaya un copy and paste made in Wikipedia: En los cuartos de final de dicho mundial, El canciller alemán, un tal Fofo Hitler, amenazó con invadir Suecia si no dejaban avanzar al combinado germano a semifinales. Los suecos accedieron a la petición alemana, ya que no querían cambiar a su rey por un señor con peinado chistoso y bigotito de Charles Chaplin. Alemania quedaría agradecida por siempre con el país escandinavo, al grado de no invadirlos durante la Segunda Guerra Mundial. (Como cambian las palabras, no?)

*Un contraste abrumador entre el colorido pop multiculturalista de las tribunas y el gris de los planteos tácticos en el campo de juego. Es hegemónico el miedo a perder, “Primero cuidemos nuestro arco”. Importa el cero en el arco propio. Fútbol de poco riesgo, pocos equipos se desarman atrás por atacar…, partidos rígidos, friccionados y descoloridos. Falta alegría. (Salvo excepciones de algunas selecciones, o mejor dicho, minutos de algunas selecciones). Una verdad anudan estos planteos: El último campeón del mundo fue Italia y el de la champions league, Inter. No hay más que hablar. Asistimos al triunfo de la ideología del eficientismo…El futbol como la guerra por otros medios.

*Algo más sobre lo anterior; el mundial potencia el reino de la opinologia, Todos somos DT. Che, mas respeto para los que miramos futbol todo el año, no podemos explicar todo lo que contiene el mundo-fútbol en cuatro semanas (un manual de utilización rápida para leer el mundial)

* Con las miles de cámaras que inundan el campo de juego, nos regocijamos con supermotion, High definition, planos cortos, que muestran pies, muslos, pectorales, parietales, y rostros que se mueven con el ritmo de una gelatina. Con estas cámaras, putea un nostálgico amigo, todas parecen faltas. También oímos los 90 minutos del match a las vuvuzuelas (simplemente cornetas). Esta es una de las palabras más escuchadas, comenzó el lobby de la FIFA para prohibirlas. Creo que quieren reprimir las fugas del África real que se escapan del icono multicolor. El sonido de miles de vuvuzuelas al unísono produce una especie de zumbido de mosquitos ensordecedor…es cuestión de detenerse en ese sonido, para correr el riesgo de perder la razón y volverse loco. Lo que quieren reprimir no es un murmullo molesto, sino un sonido ancestral, ecos de espíritus pretendidamente exorcizados por la razón moderna…Seguiré peleándome con todo el mundo: banco las vuvuzuelas, como en nuestras tierras banco los bombos, los trapos, la pirotecnia…




*Tautologías mundialeras: "Alemania es Alemania", "Brasil es Brasil", "Italia es Italia"...

*Un ritornello neurótico: Los pibes se merecen un mundial. En el año del bicentenario y el Oscar, falta la copa.

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