Fragmentos de una biografía a través de los mundiales…
Mundial 90: El recuerdo ineludible de este mundial. (Y quizás mi primera imagen de la dimensión afectiva del futbol) Maradona cayéndose al piso le pasa a pelota al pájaro Caniggia, mano a mano con Tafarel lo gambetea y empuja la pelota al arco vacío. Mi viejo –que ya había vivido el desenlace de la jugada parado frente al televisor- sale corriendo fuera de sí, -eyectado por una fuerza poderosa- , recorre el tramo hasta la puerta de calle (como un maratonista torpe y sin método) abre la puerta y grita el gol… (Esos segundos se contuvo el grito, como un buzo deseando llegar a la superficie)…”goooooool, la puta madre que los pario…”. Levantaba los brazos y mira hacia las casas de enfrente… (Como si desde allí lo observara una platea de brasileros…). Esos segundos hicieron un surco en mi memoria infantil (años más tarde, cuando en alguna ocasión sufría mirando un partido por Tv, imitaba el recorrido; de la pantalla de tv –la misma tv del mundial 90- hasta la puerta del living, al llegar a esa meta domestica me desahogaba…gooool. (La evocación inconsciente de un rito familiar). Recuerdo también que mientras transcurría ese partido , yo estaba sentado en el piso frente a la tele, recreando a escala miniatura el match con mis muñecos. (Tenía 7 años, en esa época la pantalla no terminaba de capturar nuestra atención, se combinaba el mirar la tele con los juegos analógicos, principalmente playmoviles disfrazados de futbolistas, y yo como locutor y manipulador del juego). Después los recuerdos saltan al partido contra Italia; la silbatina de los italianos al himno argentino, el close up de Maradona insultándolos…(si, insultaba a los hinchas del país en el que jugaba al futbol…) , los penales atajados por el Goyco, y de nuevo la imagen de mi viejo insultando a los tanos…(Años más tarde , linkee el insulto de mi viejo a la selección italiana, con la relación que tenia con sus suegros, también oriundos de la bota…, no hacía más que sublimar los puteadas no expresadas…). Todos los recuerdos tienen como banda de sonido, la emotiva y melancólica canción del mundial “no notti magiche, inseguendo un goal sotto el cielo di un ´ estate italiana” (También guardo recuerdos materiales; el álbum de figuritas completo)
Mundial 94: La primera imagen que me viene a la mente es la de la tragedia; el doping positivo de Maradona. Una cena familiar, un flash informativo de Telefe noticias que interrumpe la conversación…Se detectó un doping positivo, el involucrado pertenecería a las selecciones de Suiza o de Argentina, declaraba con tono lúgubre el periodista, para despedirse con un formal ampliaremos… Recuerdo un silencio que atravesó la atmosfera (un silencio sepulcral), un frio que recorrió la espina dorsal de los parientes. Y la primera interpretación del acontecimiento hecha por un Tío –que recuerdo con una irrefrenable verborragia fascista, como el oyente de Capussoto que putea por el seis a uno con Bolivia,- “Es Maradona, la puta que lo pario, es Maradona…” (su voz se apaga como quedándose sin batería, pronunciaba su sentencia con un escarbadientes ya deshilachado en la mano derecha…). Después, recuerdo las imágenes televisivas de la entrevista de Maradona: Me cortaron las piernas… Y la imagen repetida hasta la la saturación de la enfermera gordita de cabellos rubio que se llevaba al Diego, como a un chico que se había mandado una travesura…todo lo demás, son imágenes difusas; editoriales televisivas de Neustad, logos del perrito – la horrible mascota de USA 94- , climas apáticos en los estadios norteamericanos – con la estúpida y sugestiva ola…- y la voz de Marcelo Araujo como locutor estrella…
Mundial 98: Este mundial, termine mi paso por el tercer año de la secundaria con 25 faltas (casi la totalidad de las inasistencias caían en el mes de la copa del mundo). Un mundial muy vivido a través de los videogames (el imborrable recuerdo de las horas transcurridas frente al FIFA World Cup 98). La agenda pública del país paralizada frente a la oposición irresoluble entre Batistuta o Crespo, el odio nacional por el Piojo López y por Chamot...y pocas esperanzas en la previa…Las imágenes imborrables de la eliminación a Inglaterra en octavos de final, y el partido frente a Holanda, en cama con fiebre, llorando por la eliminación… El recuerdo del cabezazo de Ortega. Y la colección completa de los jugadores de la selección a escala creados por Coca Cola (Verón y Ortega eran idénticos).
Mundial 2002: Antes de jugar el mundial éramos campeones. (El paso por Japón y Corea iba a ser un trámite). A pesar del marketing que tenía esa selección no me terminaba de conmover. (Mucho vértigo, poca pausa. Demasiado europeo). También recuerdo que –con una incipiente politización- me asaltaban las dudas y las inquietudes de los intelectuales. Era pleno 2002, gobernaba Duhalde, si Argentina ganaba la copa, ¿legitimaba –y haría perdurar- al gobierno casi de facto? Creo que todos esos problemas de conciencia se diluyeron –o quedaron suspendidos- cuando empezó a correr la pelota. Partidos mirados con los pibes del barrio. La derrota frente a Inglaterra, el traidor de Verón “no poniendo la pata” (En la plaza de mayo ya se montaba un patíbulo para condenarlo por desertor, hoy en día –ocho años después- inunda las publicidades y las góndolas de supermercado; la marca Verón esta en Yogurts, Pañales, anuncios de Partidas de Poker, gaseosas, electrodomésticos…. Del linchamiento y el escrache al que fue sometido en cada cancha del futbol argentino al rostro elegido por el mainstream publicitario). El recuerdo del partido contra Suecia, creo que fue un martes a la madrugada, en un bar con los pibes (con un desfile de botellas de cerveza frente a nosotros) y con una impotencia tremeda. La vuelta a casa, en una noche oscura, fría y solitaria, y alguna cerveza mas, tomada en ronda para mitigar la amargura y la nausea de la eliminación. Ah, cruces nocturnos con mi viejo uno que había dormido algo para estar despierto a la hora del partido, otro que seguía de largo. Algo mas, tenía una campera de argentina (una Adidas apócrifa) casi tatuada al cuerpo. (mi uniforme nacional)
Mundial 2006: Para esta copa del mundo, mi nihilismo ya estaba sedimentado. (No es joda che, toda una generación que no vio campeona a su selección. Que se crio viendo en- videocasete ya gastados- el replay eterno del gol de Maradona a los Ingleses, y el relato de Víctor Hugo. No por nada para amigos o compañeros de laburo de mi edad, tira tanto la camiseta del club de origen de los jugadores…). Sin embargo, después de los partidos de la primera roda, una imagen de la selección en las instancias finales empezaba a tomar forma. Este mundial ya me encontró más institucionalizado (sin pibes del barrio en gira, con pareja, facultad y laburo). ¿Cómo actualizar las imágenes de este mundial, sin nombrar al “pato”?. Su inexplicable salida en el partido contra Alemania por una lesión en el hombro (¿). Su ingreso infame a la galería de los traidores…
( Después, la interpretación proveniente de la siempre útil “teoría de la conspiración”…”Sabes lo que pasa, Grondona arreglo con Pekerman y el pato tranzo, Argentina no podía dejar afuera al anfitrión…” (Difícil no pensar que algo de verdad anuda en esta lectura. Como en toda mente paranoica, no?)
La imagen de Messi en el banco de suplentes (sin los botines puestos, con un dedo en la nariz...). Y la imagen de la tristeza colectiva…una ciudad que parecía un cementerio abandonado. Todo era desolación, y angustia. Recuerdo el pacto hecho con amigos a días de la eliminación “No hablemos mas de esto, por favor”. (Casi la conciencia compartida de la necesidad vital de reprimir el trauma). Creo que fue una de las últimas veces que llore por un acontecimiento social. (ah, sumemos las lagrimas de alegría en algún recital…)
Mundial 2010: Un espacio en blanco. ¿Cuál será el recuerdo de este mundial? ¿Cuándo dejara su lugar de presente festivo y multitudinario para pasar a ser pasado? ¿A apenas una semana de comenzar el mundial?, ¿A los 10 días?, ¿El domingo de mediados de Julio?. Algo es indudable, los ánimos colectivos comienzan a estar secuestrados…El mundial como acontecimiento global-mediático (una audiencia multitudinaria alrededor del globo), como acontecimiento mercantil (por estas tierras llueven plasmas y merchandising de la albiceleste), como acontecimiento futbolero (para todos los que día a día vivimos el futbol, nos alimentamos de él) y como acontecimiento nacional; quien no se ilusiona con miles y miles de personas en estado de embriaguez tomando la ciudad y sus alrededores (dando vueltas por unos días la geografía del país).
El acontecimiento que en todas sus expresiones hace un tajo en la rutina cotidiana; los planes para el ritual colectivo de juntarse a ver los partidos (asado o facturas, depende el horario), las estrategias para verlo en los horarios laborales, los neófitos en la materia futbolera que empiezan a hartarnos con preguntas oseosas Para mi Messi no tiene que jugar, ¿Por qué no está Riquelme?, Como se llama ese, y ese y ese…ah…y ese…Y -perdón por el comentario misógino- el infaltable comments femenino Que lindos que son los jugadores italianos…Ya se está viviendo la experiencia colectiva –la estamos transitando en estado puro, a la par- y sin que reparemos mucho en ello-se están modelando los recuerdos, como la narraremos en unos años -
Como ya dije, nuestra generación necesita un mundial; aburre la nostalgia del mundial 86. Ese revival de alegría alfonsinista. (Hay toda una generación que no vivió en tiempo real el mundial del Diego y Bilardo). Sabemos que los mundiales no son en la actualidad lo que eran hace unos años: los players ya están consagrados (en los mega- clubes europeos, en las tandas publicitarias, en las playstation, y en las revistas de espectáculos con sus femme fatal) , no necesitan la plataforma del mundial para lograr la gloria. Si le podemos pedir -¿encarecidamente?- que tengan compasión por nosotros…que evoquen las imágenes de su niñez, que hablen con sus familiares o amigos argentinos…Argentina –y no la plaza global de futbolistas- necesita de su entrega. ¿Curioso, no? Le pedimos a los jugadores –de ellos depende en última instancia- que hagan posible una alegría colectiva, ellos que en muchos casos – no todos, pero si la gran mayoría – son las vedettes del espectáculo actual, tienen en sus manos (mejor dicho en sus pies) deseos lejanos (de zonas marginales pero también de las metrópolis más ricas). Les pedimos que efectúen el acontecimiento dionisiaco, la necesidad de vernos envueltos –por unas semanas- en algo mayor, algo que nos trascienda, algo que desborde al campo de juego…
Por último, el equipo no genera muchas certezas (es más una incertidumbre.), los medios transmiten con enviados especiales el entrenamiento de la selección y la llegada de los barras. (Nunca en los mundiales previos se vio televisada la llegada de los barra –bravas). Infinidad de móviles muestran a los “argentinos en Sudáfrica” ; barrabravas, e hinchas genuinos (empresarios sojeros e hijos, ganadores de concursos de pañales y gaseosas…)
Dejo acá; ya estoy demasiado ansioso hasta para escribir. Además la pantalla, muestra un partido amistoso pre-mundial. Juega un rival de la selección en la primera fase, y hay que ver como se para en la cancha.
Mundial 90: El recuerdo ineludible de este mundial. (Y quizás mi primera imagen de la dimensión afectiva del futbol) Maradona cayéndose al piso le pasa a pelota al pájaro Caniggia, mano a mano con Tafarel lo gambetea y empuja la pelota al arco vacío. Mi viejo –que ya había vivido el desenlace de la jugada parado frente al televisor- sale corriendo fuera de sí, -eyectado por una fuerza poderosa- , recorre el tramo hasta la puerta de calle (como un maratonista torpe y sin método) abre la puerta y grita el gol… (Esos segundos se contuvo el grito, como un buzo deseando llegar a la superficie)…”goooooool, la puta madre que los pario…”. Levantaba los brazos y mira hacia las casas de enfrente… (Como si desde allí lo observara una platea de brasileros…). Esos segundos hicieron un surco en mi memoria infantil (años más tarde, cuando en alguna ocasión sufría mirando un partido por Tv, imitaba el recorrido; de la pantalla de tv –la misma tv del mundial 90- hasta la puerta del living, al llegar a esa meta domestica me desahogaba…gooool. (La evocación inconsciente de un rito familiar). Recuerdo también que mientras transcurría ese partido , yo estaba sentado en el piso frente a la tele, recreando a escala miniatura el match con mis muñecos. (Tenía 7 años, en esa época la pantalla no terminaba de capturar nuestra atención, se combinaba el mirar la tele con los juegos analógicos, principalmente playmoviles disfrazados de futbolistas, y yo como locutor y manipulador del juego). Después los recuerdos saltan al partido contra Italia; la silbatina de los italianos al himno argentino, el close up de Maradona insultándolos…(si, insultaba a los hinchas del país en el que jugaba al futbol…) , los penales atajados por el Goyco, y de nuevo la imagen de mi viejo insultando a los tanos…(Años más tarde , linkee el insulto de mi viejo a la selección italiana, con la relación que tenia con sus suegros, también oriundos de la bota…, no hacía más que sublimar los puteadas no expresadas…). Todos los recuerdos tienen como banda de sonido, la emotiva y melancólica canción del mundial “no notti magiche, inseguendo un goal sotto el cielo di un ´ estate italiana” (También guardo recuerdos materiales; el álbum de figuritas completo)
Mundial 94: La primera imagen que me viene a la mente es la de la tragedia; el doping positivo de Maradona. Una cena familiar, un flash informativo de Telefe noticias que interrumpe la conversación…Se detectó un doping positivo, el involucrado pertenecería a las selecciones de Suiza o de Argentina, declaraba con tono lúgubre el periodista, para despedirse con un formal ampliaremos… Recuerdo un silencio que atravesó la atmosfera (un silencio sepulcral), un frio que recorrió la espina dorsal de los parientes. Y la primera interpretación del acontecimiento hecha por un Tío –que recuerdo con una irrefrenable verborragia fascista, como el oyente de Capussoto que putea por el seis a uno con Bolivia,- “Es Maradona, la puta que lo pario, es Maradona…” (su voz se apaga como quedándose sin batería, pronunciaba su sentencia con un escarbadientes ya deshilachado en la mano derecha…). Después, recuerdo las imágenes televisivas de la entrevista de Maradona: Me cortaron las piernas… Y la imagen repetida hasta la la saturación de la enfermera gordita de cabellos rubio que se llevaba al Diego, como a un chico que se había mandado una travesura…todo lo demás, son imágenes difusas; editoriales televisivas de Neustad, logos del perrito – la horrible mascota de USA 94- , climas apáticos en los estadios norteamericanos – con la estúpida y sugestiva ola…- y la voz de Marcelo Araujo como locutor estrella…
Mundial 98: Este mundial, termine mi paso por el tercer año de la secundaria con 25 faltas (casi la totalidad de las inasistencias caían en el mes de la copa del mundo). Un mundial muy vivido a través de los videogames (el imborrable recuerdo de las horas transcurridas frente al FIFA World Cup 98). La agenda pública del país paralizada frente a la oposición irresoluble entre Batistuta o Crespo, el odio nacional por el Piojo López y por Chamot...y pocas esperanzas en la previa…Las imágenes imborrables de la eliminación a Inglaterra en octavos de final, y el partido frente a Holanda, en cama con fiebre, llorando por la eliminación… El recuerdo del cabezazo de Ortega. Y la colección completa de los jugadores de la selección a escala creados por Coca Cola (Verón y Ortega eran idénticos).
Mundial 2002: Antes de jugar el mundial éramos campeones. (El paso por Japón y Corea iba a ser un trámite). A pesar del marketing que tenía esa selección no me terminaba de conmover. (Mucho vértigo, poca pausa. Demasiado europeo). También recuerdo que –con una incipiente politización- me asaltaban las dudas y las inquietudes de los intelectuales. Era pleno 2002, gobernaba Duhalde, si Argentina ganaba la copa, ¿legitimaba –y haría perdurar- al gobierno casi de facto? Creo que todos esos problemas de conciencia se diluyeron –o quedaron suspendidos- cuando empezó a correr la pelota. Partidos mirados con los pibes del barrio. La derrota frente a Inglaterra, el traidor de Verón “no poniendo la pata” (En la plaza de mayo ya se montaba un patíbulo para condenarlo por desertor, hoy en día –ocho años después- inunda las publicidades y las góndolas de supermercado; la marca Verón esta en Yogurts, Pañales, anuncios de Partidas de Poker, gaseosas, electrodomésticos…. Del linchamiento y el escrache al que fue sometido en cada cancha del futbol argentino al rostro elegido por el mainstream publicitario). El recuerdo del partido contra Suecia, creo que fue un martes a la madrugada, en un bar con los pibes (con un desfile de botellas de cerveza frente a nosotros) y con una impotencia tremeda. La vuelta a casa, en una noche oscura, fría y solitaria, y alguna cerveza mas, tomada en ronda para mitigar la amargura y la nausea de la eliminación. Ah, cruces nocturnos con mi viejo uno que había dormido algo para estar despierto a la hora del partido, otro que seguía de largo. Algo mas, tenía una campera de argentina (una Adidas apócrifa) casi tatuada al cuerpo. (mi uniforme nacional)
Mundial 2006: Para esta copa del mundo, mi nihilismo ya estaba sedimentado. (No es joda che, toda una generación que no vio campeona a su selección. Que se crio viendo en- videocasete ya gastados- el replay eterno del gol de Maradona a los Ingleses, y el relato de Víctor Hugo. No por nada para amigos o compañeros de laburo de mi edad, tira tanto la camiseta del club de origen de los jugadores…). Sin embargo, después de los partidos de la primera roda, una imagen de la selección en las instancias finales empezaba a tomar forma. Este mundial ya me encontró más institucionalizado (sin pibes del barrio en gira, con pareja, facultad y laburo). ¿Cómo actualizar las imágenes de este mundial, sin nombrar al “pato”?. Su inexplicable salida en el partido contra Alemania por una lesión en el hombro (¿). Su ingreso infame a la galería de los traidores…
( Después, la interpretación proveniente de la siempre útil “teoría de la conspiración”…”Sabes lo que pasa, Grondona arreglo con Pekerman y el pato tranzo, Argentina no podía dejar afuera al anfitrión…” (Difícil no pensar que algo de verdad anuda en esta lectura. Como en toda mente paranoica, no?)
La imagen de Messi en el banco de suplentes (sin los botines puestos, con un dedo en la nariz...). Y la imagen de la tristeza colectiva…una ciudad que parecía un cementerio abandonado. Todo era desolación, y angustia. Recuerdo el pacto hecho con amigos a días de la eliminación “No hablemos mas de esto, por favor”. (Casi la conciencia compartida de la necesidad vital de reprimir el trauma). Creo que fue una de las últimas veces que llore por un acontecimiento social. (ah, sumemos las lagrimas de alegría en algún recital…)
Mundial 2010: Un espacio en blanco. ¿Cuál será el recuerdo de este mundial? ¿Cuándo dejara su lugar de presente festivo y multitudinario para pasar a ser pasado? ¿A apenas una semana de comenzar el mundial?, ¿A los 10 días?, ¿El domingo de mediados de Julio?. Algo es indudable, los ánimos colectivos comienzan a estar secuestrados…El mundial como acontecimiento global-mediático (una audiencia multitudinaria alrededor del globo), como acontecimiento mercantil (por estas tierras llueven plasmas y merchandising de la albiceleste), como acontecimiento futbolero (para todos los que día a día vivimos el futbol, nos alimentamos de él) y como acontecimiento nacional; quien no se ilusiona con miles y miles de personas en estado de embriaguez tomando la ciudad y sus alrededores (dando vueltas por unos días la geografía del país).
El acontecimiento que en todas sus expresiones hace un tajo en la rutina cotidiana; los planes para el ritual colectivo de juntarse a ver los partidos (asado o facturas, depende el horario), las estrategias para verlo en los horarios laborales, los neófitos en la materia futbolera que empiezan a hartarnos con preguntas oseosas Para mi Messi no tiene que jugar, ¿Por qué no está Riquelme?, Como se llama ese, y ese y ese…ah…y ese…Y -perdón por el comentario misógino- el infaltable comments femenino Que lindos que son los jugadores italianos…Ya se está viviendo la experiencia colectiva –la estamos transitando en estado puro, a la par- y sin que reparemos mucho en ello-se están modelando los recuerdos, como la narraremos en unos años -
Como ya dije, nuestra generación necesita un mundial; aburre la nostalgia del mundial 86. Ese revival de alegría alfonsinista. (Hay toda una generación que no vivió en tiempo real el mundial del Diego y Bilardo). Sabemos que los mundiales no son en la actualidad lo que eran hace unos años: los players ya están consagrados (en los mega- clubes europeos, en las tandas publicitarias, en las playstation, y en las revistas de espectáculos con sus femme fatal) , no necesitan la plataforma del mundial para lograr la gloria. Si le podemos pedir -¿encarecidamente?- que tengan compasión por nosotros…que evoquen las imágenes de su niñez, que hablen con sus familiares o amigos argentinos…Argentina –y no la plaza global de futbolistas- necesita de su entrega. ¿Curioso, no? Le pedimos a los jugadores –de ellos depende en última instancia- que hagan posible una alegría colectiva, ellos que en muchos casos – no todos, pero si la gran mayoría – son las vedettes del espectáculo actual, tienen en sus manos (mejor dicho en sus pies) deseos lejanos (de zonas marginales pero también de las metrópolis más ricas). Les pedimos que efectúen el acontecimiento dionisiaco, la necesidad de vernos envueltos –por unas semanas- en algo mayor, algo que nos trascienda, algo que desborde al campo de juego…
Por último, el equipo no genera muchas certezas (es más una incertidumbre.), los medios transmiten con enviados especiales el entrenamiento de la selección y la llegada de los barras. (Nunca en los mundiales previos se vio televisada la llegada de los barra –bravas). Infinidad de móviles muestran a los “argentinos en Sudáfrica” ; barrabravas, e hinchas genuinos (empresarios sojeros e hijos, ganadores de concursos de pañales y gaseosas…)
Dejo acá; ya estoy demasiado ansioso hasta para escribir. Además la pantalla, muestra un partido amistoso pre-mundial. Juega un rival de la selección en la primera fase, y hay que ver como se para en la cancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario