Superlógico

Ensayo sobre Bielsa por el amigo Fede.

¿Es conveniente apostar todas tus fichas a una idea de la cual estas profundamente convencido, o es mejor ser cauteloso, observar lo que tenes enfrente y, en base a eso, readaptar tu idea inicial? El hecho de no llevar adelante una estrategia que siempre te caracterizó (y que dió sus frutos), nada más que porque el rival con el que te toca jugar es “temerario”, ¿no te coloca en un lugar lindante a la cobardía, a la mezquindad?

¿Por qué Bielsa, entonces, va a renunciar a su idea de “atacar siempre” justo en el partido contra Brasil? Si él está convencido que su Chile puede jugarle de igual a igual a la potencia futbolera mundial por excelencia, ¿por qué no lo va a hacer en un partido de octavos de mundial?

Cabe hacer aquí una aclaración que, estimo, no es menor: este texto está escrito casi una semana después del Chile 0 Brasil 3. Sí, escribo con el diario del Lunes delante de mí.

La goleada de Brasil ante el equipo del Loco generó que muchos periodistas parlanchines salieran a sostener que “Bielsa está loco (vaya novedad)”, “que no se le puede jugar así a Brasil”, “que debería haber sido más cauteloso en el planteo táctico”, “que Chile no contaba con los recursos idóneos para sostener un partido de ida y vuelta con ese rival” y bla bla bla.

Días antes de ese partido que marcaría la despedida de Chile del Mundial, Bielsa había dicho en conferencia que “con un equipo como Brasil, lo que hay que evitar es que te ataquen. Creo que la mejor forma de lograr eso, es que seamos nosotros los que ataquemos. Cuanto más tiempo estemos atacando nosotros, menos tiempo emplearemos para defendernos”. Suena lógico. Superlógico. Claro que después el partido se da de una forma que a veces no resulta idéntica a cómo uno lo pensó. Por suerte. Y eso tiene de hermoso este juego. Pero lo que busco rescatar en este texto es la nobleza de las ideas de Bielsa. Su forma de entender el fútbol. Porque el tipo está convencido que la mejor forma de jugarle a Brasil, a la Argentina, a Alemania, a Holanda o a Honduras es atacándolos siempre. ¿Alguno duda de que si el partido fuera nuevamente mañana, el Loco repetiría su estrategia? No importa si juegan Suazo, Valdivia y Beaosejour; o el Burrito Ortega, el Kily González y Batistuta. Bielsa confía en su idea. Su idea trasciende los nombres propios y los equipos. Y esto no quiere decir que estemos hablando de un caprichoso-obstinado- estructurado, como seguramente lo definiría algún periodista devenido mediocremente en psicólogo. El Loco es lógico. Es coherente. Confía plenamente en su capacidad y en sus principios futboleros. Sabe que equipos mezquinos abundan y aburren, que estamos hartos de escuchar la fórmula nemotécnica cuatro-cuatro-dos. Aquel que se haya sentado a mirar alguno de los cuatro partidos que Chile jugó en Sudáfrica y me dice que se aburrió, juro que no le creo. Es gratificante ver cómo un equipo busca siempre jugar en campo contrario, ser veloz, saltear el mediocampo para evitar esos toques insignificantes a los costados, intentar utilizar las bandas para no caer en el agujero de la intrascendencia, ser verticales, ofensivos, potentes, eficaces. La idea ya de por sí entusiasma.

¿Por qué, entonces, no se puede plantear un partido contra Brasil pensando en atacarlos constantemente? “Porque Brasil es Brasil, viejo”, me podrá decir alguno, y no estaría faltando a la verdad. ¿Pero que vas a hacer entonces? ¿Agruparte atrás esperando el milagro, sobre la cornisa, casi sin aliento? No me cabe la menor duda a esta altura: es conveniente apostar todas tus fichas a una idea de la cual estas profundamente convencido. Eso hizo Bielsa. Murió con la suya, pero dignamente. De cobardes y amarretes, ya estamos llenos (¿no, Mourinho?).

“Cuanto más atacamos nosotros, menos tiempo nos defendemos”. Es lógico. Superlógico.

Más sobre Bielsa de Fede, en http://www.frasesbielsistas.blogspot.com/